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Así es la lucha contra la falsificación de medicamentos

 16.07.2024 · AstraZeneca ·  3 min

Desde pastillas para adelgazar hasta antibióticos. La venta de medicamentos falsificados o subestándar supone un grave riesgo para la salud de la población. Así lo entiende la Organización Mundial de la Salud (OMS), que  publica frecuentemente alertas de fármacos falsos y denuncia que el problema afecta especialmente a los países menos desarrollados.

 

Indudablemente, ni Europa ni, concretamente, España, son ajenas a este fenómeno. Sin embargo, la lucha contra la falsificación de fármacos ha experimentado grandes avances en los últimos años. Solo en 2022, la Agencia Estatal de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) llevó a cabo más de 500 actuaciones antifalsificación, relacionadas con robos y extravíos de mercancías, investigación de páginas web y retirada de anuncios en redes sociales o plataformas de venta entre particulares.

 

Y es que una de las vías más utilizadas para la penetración de los medicamentos falsificados es internet. Pastillas para dormir, dejar de fumar o contra la disfunción eréctil llenan nuestras bandejas de correo. La OMS calcula que un 50 por ciento de los fármacos que se venden en internet son falsos.

 

La Unión Europea, que implementa muchas medidas en el contexto de la transformación digital del ámbito de la salud, como el uso de datos sanitarios, hace años que puso sus miras en acabar con la circulación de fármacos ilegales, con la publicación de la Directiva 2011/62 contra la falsificación de medicamentos. Para cumplir con la normativa europea, se implementó en España el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM), que tiene como objetivo garantizar la protección durante toda la cadena de suministro.

 

La medida de seguridad más visible es doble. Por un lado, se impuso una identificación única para cada medicamento que circula por la UE (código datamatrix de 20 caracteres). Por otro, un sistema de sellado de los envases más eficiente, que evita la manipulación mediante una pegatina o la apertura troquelada.

 

Según los datos que SEVeM aportó el pasado febrero, al cumplirse cinco años de actividad, los logros son claros: si en 2019 las farmacias españolas reportaban alrededor de 400.000 alertas a la semana, en 2023 son algo más de 23.000. Estos resultados no podrían entenderse sin la implicación de todos los actores implicados, empezando por los propios laboratorios, representados por Farmaindustria y Aeseg; así como los distribuidores, agrupados en Fedifar; los profesionales, a través del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; junto a la propia Administración.

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