Este es un fenómeno complejo, que se manifiesta de forma variable según diversos factores como el tiempo, la ubicación geográfica y la vacuna en cuestión.2
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la vacilación en las vacunas está influenciada por factores como: confianza, complacencia y conveniencia.2
- Confianza: Se refiere a la falta de confianza en la efectividad y seguridad de las vacunas, el sistema que las entrega —incluida la confiabilidad del profesional de la salud— y/o las motivaciones de los formuladores de políticas que hacen determinaciones sobre las vacunas.
- La complacencia: la complacencia está relacionada con la percepción del riesgo de la enfermedad por parte del individuo. Si una persona tiene una baja percepción del riesgo que supone una enfermedad que puede prevenirse con la vacunación, también puede tener un bajo deseo e intención de vacunarse.
- Conveniencia: Se refiere a la medida en que la disponibilidad física, la asequibilidad y la disposición a pagar, accesibilidad geográfica, capacidad de comprensión (alfabetización lingüística y sanitaria) y el atractivo de los servicios de inmunización afecta a la aceptación de la vacuna.
Las intervenciones digitales en salud ofrecen herramientas que permiten contrarrestar muchos de los factores relacionados con la vacilación a la vacunación. Por ejemplo, un reciente estudio determinó que los recordatorios automatizados a nivel tanto de proveedores como de pacientes son muy eficaces.3 Otro factor fundamental es la educación. Al respecto, el uso de chatbots basados en Inteligentica Artificial Generativa está demostrando ser una útil herramienta, ya que ofrecen información creíble, personalizada y en tiempo real.4
Aunque muchas de estas intervenciones digitales se están utilizando en muchos casos de forma exploratoria, los buenos resultados observados harán que la adopción de estas sea cada vez más generalizada en los diversos procesos asociados a la vacunación.