Más allá de Dr. Google: cómo la IA puede ayudar a los pacientes

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Actualidad · Artículo

25.01.2024 · AstraZeneca · 2 min

Banner Del Proyecto Impulso Formación

¿Qué me pasa, Dr. Google? El 65% de los españoles utiliza el gran buscador para encontrar información de salud, según la encuesta Eurostat 2022. Es una práctica creciente (en 2011 era un 38%) que puede verse impulsada por la Inteligencia Artificial (IA). Porque ahora, más allá de introducir los síntomas o averiguar sobre una patología en Google, hay herramientas basadas en IA generativa y en IA conversacional abiertas a la población, con los beneficios y riesgos que implica. Veamos algunas.

 

Autodiagnóstico a un clic

Healthily es un verificador de síntomas impulsado por IA con un enfoque claro: “Todo el mundo necesita atención sanitaria. El problema es que a menudo acudimos a un médico por problemas que podríamos solucionar nosotros mismos”, como dice su plataforma. Disponible como app y en navegador web, también ofrece servicios médicos y consejos de salud, de momento en Estados Unidos.

 

Otra plataforma de autochequeo “inteligente” es Symptomate de Infermedica, que realiza una evaluación en 3 minutos. El formulario pregunta edad, sexo, datos médicos (hipertensión, diabetes, tabaquismo…) y síntomas. Según las respuestas determina las posibles causas (de evidencia fuerte, moderada o menos probables) y hace su recomendación, desde autocuidado hasta acudir al especialista. Esta herramienta, libre y gratuita, cuenta con certificación de dispositivo médico de la UE.

 

Más cercano es el caso de DXGPT, plataforma adoptada por el Servicio Madrileño de Salud. Su manejo es sencillo: en un campo se escribe una descripción de síntomas (por ejemplo, tos, diarrea y dolor de cabeza) y la herramienta proporciona posibles diagnósticos (ocho en este caso). Para afinar los resultados es posible agregar datos de análisis y más síntomas. La plataforma está desarrollada para ayudar a profesionales sanitarios a detectar enfermedades raras. Pero lo cierto es que está abierta a cualquier internauta para consultar patologías comunes.

 

Comunicación comprensible, chatbots…

Herramientas tan en boga como ChatGPT (versión gratuita 3.5) permiten una búsqueda personalizada. Un paciente puede preguntar qué es “neoplasia”, tras verlo en su historia clínica, o en qué consiste una espirometría. Y añadir contexto: “como si fuera un niño de 10 años”.

 

Ejemplo De Búsqueda Personalizada De ChatGPT

 

En el ámbito de la salud mental, herramientas de IA conversacional (Webot, Wysa o Youper), ofrecen asistencia para gestionar el estrés y el bienestar emocional. Desarrollos, como OneRemission, facilitan la vida diaria de los supervivientes del cáncer con información sobre dietas, ejercio y otras prácticas. A nivel global, hospitales y seguros de salud implementan con frecuencia chatbots para responder preguntas básicas.

 

Y solo es el principio. Como escribe el doctor Miralles, conocido por desarrollar un chatbot de diagnóstico del COVID: “Estamos en los albores de una revolución que apenas ha despegado”. Así es inevitable preguntarse: ¿Dará lugar la revolucionaria IA a una nueva variante de cibercondría o hipocondría digital?

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